“Para un cambio no se necesita una fecha, se necesita una decisión”
-Gerardo del Castillo
Esta es una de las verdades más intensas, con su contundencia generada por la magnitud encerrada en tan pocas palabras. Esta es una de las más valiosas reflexiones que una persona puede tener al terminar un año e iniciar otro… y en cualquier otro momento! Es posible que alguien piense con respecto a la oportunidad de un cambio: “Bueno, pero la fecha se presta…”, pero es una lástima que la que no se presta es la persona en esa fecha o en cualquier otra.
En estas 12 palabras queda explicado magistralmente por qué tantas y tantas y tantas personas no cambiarán su vida en absoluto, no cambiará nada, una vez que inicie el año nuevo 2012 -o en cualquier otro momento-, te lo garantizo, por más buenos deseos que tenga la persona o por más buenos deseos que le profieran los demás, por más velas que prenda o por más ropa interior que de algún color estrene (¡!). Una persona madura alcanza a comprender que nada, absolutamente nada cambiará hasta que la persona tome una decisión por sí misma. “Decidir” se diferencia de “elegir” porque implica emprender ya la acción concreta! Al elegir optamos por lo mejor para nosotros, pero sólo al decidir actuamos inmediatamente en consecuencia.
Por lo mismo, esas 12 palabras explican la misma razón por la que muchos otros podemos cambiar nuestra vida independientemente de que sea año nuevo o no. En cualquier momento. Es la misma razón por la que muchos otros nos emocionamos mucho más en cualquier otra fecha -esa cuando decidimos- que en una opípara e insana cena de año nuevo. A estas 12 palabras expresadas en un blog de Gerardo del Castillo, hoy las bautizo como “La Oda al Cambio”!
“Para un cambio no se necesita una fecha, se necesita una decisión”
Luego, más adelante, me encontré con un hermoso texto de 11 pasos como “Manual para conservar el camino” en el blog de mi colega Paulo Coelho. Mi corazón me dijo que lo
compartiera dentro de esta “Oda al cambio”, porque estoy convencido de que una vez que tomemos la decisión de cambiar, vale la pena tener presente este hermoso “manual”:
1] Al principio del camino hay una encrucijada. Allí puedes pararte a pensar en la dirección que vas a tomar. Pero no te quedes demasiado tiempo, o nunca saldrás de ese lugar. Reflexiona lo necesario sobre las opciones que tienes delante, pero una vez que des el primer paso, olvídate definitivamente de la encrucijada, pues en caso contrario nunca dejarás de torturarte con la inútil pregunta: “¿El camino que elegí era el correcto?”
2] El camino no dura para siempre. Es una bendición recorrerlo durante algún tiempo, pero un día terminará, y por eso debes estar siempre listo para despedirte en cualquier punto. No te aferres a nada. Ni a los momentos de euforia, ni a los interminables días en los que todo parece difícil, y el progreso es lento. Más tarde o más temprano llegará un ángel, y tu jornada habrá llegado a su término. No lo olvides.
3] Honra tu camino. Fue tu elección, fue decisión tuya, y en la misma medida en que tú respetas el suelo que pisas, este mismo suelo respetará tus pies. Haz siempre lo más adecuado para conservar y mantener tu camino, y él hará lo mismo por ti.
4] Equípate bien. Lleva un rastrillo, una pala, una navaja. Entiende que para las hojas secas las navajas son inútiles, y que para las hierbas muy enraizadas los rastrillos son inútiles. Conoce siempre qué herramienta hay que emplear en cada momento. Y cuida de ellas, porque son tus mayores aliadas.
5] El camino va hacia delante y hacia atrás. A veces es necesario volver porque se perdió algo, o porque un mensaje que debía haber sido entregado se quedó olvidado en un bolsillo. Un camino bien cuidado permite que puedas volver atrás sin grandes problemas.
6] Cuida del camino antes de cuidar de lo que está a su alrededor: atención y concentración son fundamentales. No dejes que las hojas secas del borde del camino te distraigan, ni que la manera como los otros cuidan sus propios caminos desvíe tu atención. Usa la energía para cuidar y conservar el suelo que recibe tus pasos.
7] Ten paciencia. A veces es necesario repetir las mismas tareas, como arrancar las malas hierbas o cubrir los agujeros que surgieron tras una lluvia inesperada. Que esto no te enfurezca, pues forma parte del viaje. A pesar del cansancio, y a pesar de las tareas repetitivas, ten paciencia.
8] Los caminos se cruzan: las personas pueden explicar el tiempo que hace. Escucha los consejos, pero toma después tus propias decisiones. Tú eres el único responsable del camino que te fue confiado.
9] La naturaleza sigue sus propias reglas: por lo tanto, tienes que estar preparado para los súbitos cambios del otoño, para el hielo resbaladizo del invierno, para las tentaciones de las flores en primavera, y para la sed y las lluvias del verano. En cada estación, aprovecha lo mejor que te ofrezca, y no te quejes de sus particularidades.
10] Haz de tu camino un espejo de ti mismo: no te dejes influir en absoluto por la manera como los demás cuidan de sus caminos. Tú tienes un alma que escuchar, y los pájaros transmitirán lo que tu alma quiere decir. Que tus historias sean bellas y agraden a todo lo que tienes en torno. Sobre todo, que las historias que cuente tu alma durante la jornada se reflejen en cada segundo del recorrido.
11] Ama tu camino: sin este principio, nada tiene sentido. Y que Dios te acompañe en cada día de 2012! -Paulo.
¡Emoción por Existir!
Alejandro Ariza
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